Alfredo Maldonado

Alfredo Enrique Maldonado Dubuc comienza como creativo publicitario en Grant Advertising. También se desarrolló como escritor luego de su paso en una  columna sobre agencias en la revista Bohemia.

¿Cómo era el mundo publicitario en la época?

Comencé  en 1965, a los 24 años. Mi primer trabajo fue corregir el arte final de una página para General Motors (GM), creo. Fui aprendiendo poco a poco hasta desarrollar toda una campaña, plenamente aprobada, para la marca.

Grant estaba en el cuarto piso del edificio Atlantic. Allí mismo se encontraba Novas-Criswell, luego LPE-Novas-Criswell y finalmente Leo Burnett.

En aquellos tiempos, la publicidad era más de origen creativo, aunque ya se comenzaban a tomar en cuenta los objetivos del mercadeo. Empezaron a surgir agencias como Young & Rubicam, McCann Erickson y Corpa, afiliada con Sertec, de Tommy Senski.

Pensando en esa progresiva transformación me fui a LPE-Novas-Criswell. De ahí, en 1970, estuve en ARS Publicidad donde se desempeñaba como vicepresidente mi compañero de colegio Guillermo Betancourt Oteyza.

¿Se puede decir que hubo una época de oro en la publicidad? 

Yo diría que fue esa precisamente, cuando fue imponiéndose el mercadeo como guía de la publicidad. En ARS, para decirlo de alguna forma, había “grupos”: los que sabían que el servicio publicitario estaba cambiando; y un equipo entusiasta del mercadeo, dirigido por un español venezolanizado, Carlos Esquerdo.

Con Esquerdo fuimos a Laboratorios Substantia, cuyos jefes de marketing eran Jorge Campa y Edgar Aguilar, sumergidos en la batalla entre hojillas Schick y Gillette. Propuse la realización de una encuesta. Con los resultados diseñé una campaña para gente joven. Fue un éxito rotundo y solidificó las relaciones entre Schick-Substantia y ARS, una cuenta que valoraba el mercadeo.

¿Cuáles fueron sus mayores aciertos?

Trabajar en LPE-Novas-Criswell (luego Leo Burnett) y en ARS Publicidad. En ambas aprendí la importancia del marketing. También valoro mi paso por Grey, dirigida por “Yique” Vegas Benedetti y el haber sido cofundador de PVA con Guillermo  Ariza, Luis La Rosa, Rodrigo Paredes y Gilberto Armand Navarro.

Manejamos cuentas como el Metro, para la cual escribí el eslogan “La Gran Solución para Caracas”. En PVA también conseguimos la cuenta de Bayer y su Baygon Amarillo para insectos voladores. Desarrollamos la campaña, mostrando el nuevo producto junto al ya popular verde para cucarachas, bajo el eslogan “la pareja perfecta”, utilizando como dupla a los estelares José Bardina y Flor Núñez, ambos en la cúspide de la popularidad.  Este eslogan fue idea de Luis La Rosa, ¡resultó un exitazo!

¿Cómo ha visto la evolución de la industria?

La publicidad, incluso en las agencias pequeñas, se ha fortalecido. Hay que tomar en cuenta que las formas de publicidad han entrado en un proceso diferente con el acceso directo y personal, que abre paso a miles de interpretaciones con los teléfonos celulares, verdaderos facilitadores de contenidos originales. Esto libera a la publicidad como “ente” de las limitaciones de los medios clásicos: impresos, radio, televisión y cine.

El antes y el después de la publicidad lo marca Internet,  que ha permitido que muchas personas –no sólo periodistas- dispongan de sus propios espacios. Es una publicidad que aunque haya sido emitida en un país, se hace tan internacional como el alcance que logre ese contenido.

 

 

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