El gran maestro del cuatro venezolano festeja con un espectáculo irrepetible, los 30 años de Compadre Pancho, disco de referencia para las nuevas generaciones de cuatristas. Ensamble Gurrufío, Francisco Pacheco, Miguel Delgado Estévez, Idwer Álvarez, María Angélica y representantes de La Siembra del Cuatro, movimiento cuatrístico de gran relevancia internacional creado por Hurtado en el año 2004, engalanan esta celebración musical en el Centro Cultural BOD.
Una antológica celebración musical llenará de venezolanidad los espacios del Centro Cultural BOD el próximo domingo 3 de septiembre, a las 11:30 de la mañana, cuando las cuerdas de nuestro instrumento nacional resuenen en las manos del maestro Cheo Hurtado, apasionado multi-
Será un espectáculo para festejar los 30 años de su emblemático Compadre Pancho, disco de consulta y de referencia para las nuevas generaciones de cuatristas que contará con la participación de Ensamble Gurrufio, una de las agrupaciones venezolanas de mayor trayectoria internacional, siendo desde hace casi cuatro décadas referente mundial de las nuevas sonoridades de la música instrumental de raíz tradicional, a la cual sus integrantes, entre quienes se cuenta el maestro Hurtado, uno de sus fundadores, han aportado su conocimiento de lo popular, elementos contemporáneos y un estilo que es su sello y que la convierten en una versátil propuesta popular-académica.
Se suman también otros invitados de lujo como Francisco Pacheco, uno de los cantantes más versátiles y reconocidos de la música venezolana en todos sus géneros; Miguel Delgado Estévez, uno de los guitarristas más importantes de nuestra música; Idwer Álvarez, el tenor por excelencia de La Cantata Criolla, de Antonio Estévez, y Maria Angélica, una de las buenas nuevas voces del país.
Además, tendrá participación protagónica una representación de diversas generaciones de artistas relacionados con La Siembra del Cuatro, movimiento cuatrístico que durante 19 años ha marcado un antes y un después alrededor del cuatro venezolano, siendo terreno fértil para una inmejorable cosecha de instrumentistas que, tras su participación en el concurso, han emprendido una carrera musical, bien sea como solistas o como acompañantes.
