“Los Miserables” y “Matilda” son algunos de los grandes musicales que esta casa productora ha montado localmente. Ahora vuelve con otro título importante: “Mamma mia”, que se estrenará en octubre de este año
Por Eudomar Chacón Hernández
Fotos cortesía Clas Producciones
Dicen que las grandes ideas nacen de las crisis. Hace doce años, Claudia Salazar enfrentaba uno de los momentos más dolorosos de su vida profesional y personal: se vio obligada a cerrar su empresa Escena Plus, con la que produjo el musical “La novicia rebelde”, tras enterarse que su novio de ese momento y socio comercial la estafó, desviando los fondos de la obra a sus cuentas personales.
Para ese momento se encontraba ya en el montaje de “Godspell”, su segundo proyecto como productora, inspirado en el evangelio de Cristo según San Mateo. Dudó en si valía la pena continuar o no, pero fue el propio elenco, y el resto del equipo de trabajo, quienes la convencieron de dar el salto de fe, abrir una nueva compañía y continuar con su sueño de hacer teatro musical en Venezuela. Fue así como nació lo que hoy es Clas Producciones.
En paralelo, y con el deseo de establecer los cimientos de un ecosistema cultural, Salazar fundó, junto a Mariana Marval, el brazo formativo de su empresa: La Escuela – Centro de Formación Cultural, una institución que busca educar a las próximas generaciones de artistas, productores, directores, dramaturgos… todos los que hacen vida en el arte.
“Desde nuestro génesis como organización, he tenido el firme propósito de producir espectáculos de gran envergadura, que no tengan nada que envidiarle a un montaje en Broadway o West End ―señaló Salazar―. En este camino de doce años, he aprendido que en Venezuela sobra el talento. Sólo nos hace falta estructura y orden para juntos pujar hacia un mismo norte: tener una verdadera industria de la cultura y el entretenimiento”.
El arte cambia vidas
La pasión de Salazar por el teatro musical viene desde su adolescencia y vio por primera vez “Los Miserables”, en el Imperial Theatre de Broadway, Nueva York.
“Creo que en ese momento nació en mí el deseo de ser parte de la belleza que estaba viendo. No sabía si era en el escenario o detrás de él, pero yo quería pertenecer. El tiempo me hizo entender que amo la adrenalina que se vive tras bastidores en una obra de teatro, y supe que quería hacer esto por el resto de mi vida”, afirmó.
“Los Miserables” no sólo la inspiró a hacer lo que hace. También pensó que esa sería la última gran obra que produciría, cuando ya fuera muy mayor y tuviera años en este trabajo. Pero la vida misma se encargó de enseñarle que los sueños hay que vivirlos mientras se pueda: estaba en Miami, durante la gira de “Piaf, voz y delirio” (protagonizada por Mariaca Semprún), cuando le informaron del fallecimiento de un familiar muy joven.
Pensó entonces en lo frágil que es la vida, y en que no tenía sentido esperar al final de su carrera para materializar su gran sueño. Entonces le escribió a la empresa que gestiona los derechos de la obra, inspirada en el libro homónimo de Víctor Hugo. Pensó que le dirían que no, que aún era muy joven y que le faltaba experiencia, pero para su sorpresa, y tras un largo proceso que incluyó varios correos de por medio, le dieron el sí: tenía los derechos para producir “Los Miserables” en Venezuela.
Así lo hizo. Con ella al mando del barco, la obra llegó a puerto seguro el 31 de octubre de 2019, en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño. En ese momento, el auditorio ni siquiera tenía aire acondicionado, pero eso no fue impedimento para que el público saliera conmovido.
Exitosa fue también la segunda temporada de la obra, en 2023. Ya el teatro se encontraba en mejores condiciones, y el equipo de Clas estaba mucho más maduro. Ese mismo año produjo “Matilda: el musical”, con el que obtuvo el premio Avencrit a la mejor producción del año.
Este año se alista para volver a la Ríos Reyna con otra gran obra: “Mamma Mia”, el famoso musical con canciones del grupo Abba, que tiene una versión cinematográfica protagonizada por Meryl Streep.
“Con este proyecto seguimos apostando por esos grandes espectáculos que validan nuestra capacidad de producción, y que son oportunidades de empleo para todos aquellos que sueñan con hacer teatro musical”, puntualizó Salazar.
Esa es la gran apuesta de Clas Producciones: ofrecernos, a través del arte, el país que nos merecemos. Si a pesar del contexto país, el trabajo se ha logrado, entonces el panorama pinta bien para el teatro musical en Venezuela.