Por Indira López. Scalto Consultores, C.A.
Si aún quedan dudas, la necesidad de conexión va más allá de lo técnico: es una búsqueda emocional. Las marcas de telecomunicaciones enfrentan el reto de construir vínculos genuinos con audiencias cada vez más exigentes. En este contexto, el storytelling —contar historias con propósito— se convierte en una herramienta estratégica capaz de transformar la percepción de marca, generar lealtad y convertir servicios aparentemente homogéneos en experiencias memorables.
Más que una técnica de marketing, esta hace de puente entre la tecnología y el humano. En un sector marcado por limitaciones de infraestructura y alta competencia, las marcas que logran destacar son aquellas que construyen narrativas coherentes, cercanas y adaptadas al contexto local. Desde una llamada breve hasta una videollamada familiar, la conexión digital se ha convertido en sinónimo de relación emocional. Y en este sentido, el branding tradicional —centrado en logotipos y slogans— no basta.
Tendencias como el branded calling (llamadas identificadas con logo), el transmedia storytelling (narrativas en múltiples plataformas) y las historias con propósito (inclusión digital, sostenibilidad, comunidad) están redefiniendo el sector. También destacan el contenido generado por usuarios y el storytelling visual en redes como TikTok e Instagram, donde la Generación Z domina.
Para conectar realmente, las marcas deben conocer a su audiencia. En Venezuela, Millennials y Gen Z representan más del 50 % de la población activa, 53,1% usa redes sociales(1) y el 36 % de los jóvenes busca un consumo digital más consciente (2). Adaptar las narrativas a formatos ágiles, visuales y relevantes es clave. Definir una historia poderosa implica responder preguntas clave: ¿cuál es el propósito de la marca?, ¿qué desafíos ha superado?, ¿cómo impacta positivamente en la vida de las personas? Incorporar personajes reales —clientes, empleados, comunidades— y utilizar el conflicto como motor narrativo permite construir relatos que resuenan. En esta estructura, la marca no debe ser el héroe, sino el mentor que acompaña empáticamente al protagonista en su transformación.
Hoy, prácticas como la publicidad técnica, los mensajes genéricos y la incoherencia entre canales han perdido efectividad. El storytelling evoluciona hacia experiencias inmersivas, personalizadas y participativas, apoyado en herramientas como realidad aumentada, inteligencia artificial y co-creación. En telecomunicaciones, la verdadera señal que marca la diferencia es la que logra tocar el corazón del consumidor.