Surgió como una casa productora de películas, y con el tiempo agregó el servicio de agencia comunicaciones estratégicas
Por Eudomar Chacón Hernández / Fotos cortesía Pa’ los panas
¿Qué pasa cuando la idea de negocio que tenías cuando nació tu empresa se queda corta ante las necesidades del mercado y te ves tentado a mutar a algo mucho más integral? De esa tela, es mucha la que ha cortado Pa’ los panas, consorcio que en sus orígenes era una casa productora y audiovisual, y que desde hace años se presenta también como una agencia que atiende a sus beneficiarios desde la conceptualización hasta la realización de la idea.
“Hoy en día, nuestra propuesta de valor es que integramos todas las comunicaciones de nuestros clientes en torno a un mismo objetivo estratégico, especializándonos en la calidad del contenido y la atención personalizada, sobre todo con el elemento diferenciador de que lo hacemos todo en casa”, comentó Ignacio Castillo Cottin, CEO, productor ejecutivo y fundador de la compañía.
La firma, que se inició con el largometraje “La virgen negra”, ha hecho proyectos para Coca-Cola, Nestlé, Movistar, Jeep y Kraft. Actualmente, trabaja con Granos Pantera, Policlínica Metropolitana, Centro Comercial Líder y Ron Carúpano. Además, ha participado en proyectos puntuales con Concept McCann, Publicis y las marcas que ellos representan.
Abierto a los cambios
Según comentó Castillo, el crecimiento exponencial de este equipo se debe a su alta y rápida capacidad de adaptación. “Esto es porque somos productores, y pensamos como tal”, dijo.
En este sentido, afirmó, el grupo tiene facilidad para visibilizar de una forma muy práctica las estrategias que quiere aplicar con cada cliente. “Tenemos la agilidad de hacer realidad cualquier idea, para cualquier medio, haciendo desde una story de Instagram hasta una película con distribución internacional. Entonces, todo lo que diseñamos, pensamos y analizamos viene de la mano de cómo se ejecuta eso”.
Las demandas de sus aliados son cada vez mayores, y eso los ha llevado a hacer ajustes cada dos meses para ser efectivos en la respuesta.
Visión 360
A nivel estratégico, lo más interesante para Pa’ los panas en este tiempo ha sido aprender a integrar todos los medios de comunicación que tiene a su alcance.
“Es un gran reto a asumir, pues hace que las personas del equipo sean integrales. Trabajar hoy en una empresa de comunicación 360 te obliga a que más allá de la especialización de cada uno, todos tengan una visual completa de la empresa”, puntualizó el vocero.
Por ello, por encima de una división por departamentos, el equipo le presta mucha atención a los encuentros con todos los miembros para obtener una visión global. Eso les ayuda a entender hacia dónde van como organización, las comunicaciones y el país.
“Integrar toda la estrategia es un reto muy divertido, porque te ayuda a diferenciar tu público, hacer versiones de tu misma idea en cada plataforma y medio de difusión”.
Buenos aliados
En palabras del entrevistado, los influencer llegaron para quedarse, y ayudan a potenciar a las marcas que apoyan, pues las visualizan a través de un lenguaje sincero, honesto y tangible.
“Sin embargo, creo que hay que saber diferenciar entre una persona famosa y una persona influyente. Esta última pasa por el tema de la autenticidad, además de sus métricas, que no es lo más importante”, destacó.
Agregó que no tiene sentido poner a un mismo creador de contenido a representar 55 mil marcas. La credibilidad se relaciona con la selectividad de ese talento a la hora de escoger con cuáles firmas aliarse. A estas últimas les compete, entonces, escoger a quienes realmente las ayudarán a crecer.
La forma no es la misma
Para Castillo, aunque los principios y objetivos de las relaciones públicas no han cambiado, respecto a hace unos años, es una realidad que el crecimiento de las redes sociales, los cambios en el consumo de los medios tradicionales, la inmediatez de las nuevas plataformas y las modificaciones permanentes en los algoritmo, han llevado a los estrategas a trazar nuevas ideas en su forma de relacionarse.
“La comunicación se ha sincerado, dejó de ser acartonada y ahora es ‘to the bone’, y eso ha permitido darle valor a los lenguajes que no son tan racionales, que pasan por un proceso de emoción y que son igual de válidos, pero además deben incluir el elemento de sinceridad que se ve claramente cuando haces algo espontáneo y natural”.
