Andrés Badra, presidente de Venevion Media, repasa los hitos del canal, su adaptación a la era digital y la pasión que impulsa cada producción. Una mirada profunda al ADN de una marca que seguirá contando la historia del país, desde los estudios hasta los hogares.
Por Eudomar Chacón
Fotos Ambrosio Estudio
Desde su fundación, el 17 de agosto de 1960, y el inicio oficial de transmisiones el 1° de marzo de 1961, Venevision ha sido más que un canal de televisión: es un reflejo vivo de la evolución cultural y tecnológica de Venezuela. Lo que comenzó con la visión empresarial de Diego Cisneros y la curiosidad transformadora de su hijo, Gustavo Cisneros, se ha convertido, seis décadas después, en un pilar indispensable del panorama audiovisual del país.
Los momentos que han definido la identidad de este canal son también hitos en la historia de la televisión nacional. La primera transmisión en vivo —que se extendía por ocho horas diarias— marcó el ingreso de Venezuela a una nueva era comunicacional. A ello se sumó el paso del blanco y negro al color en 1980, el despliegue de infraestructura satelital, y más recientemente, el impulso hacia plataformas digitales y streaming en alta definición.
“Sabemos que Venevisión ha acompañado al país en cada una de sus etapas, siendo un espacio libre y democrático que promueve el debate respetuoso y el entretenimiento familiar dentro y fuera de Venezuela”, destacó Andrés Badra, presidente de Venevisión Media.
Cultura venezolana
Con 65 años de trayectoria, el medio reafirma su propósito de ofrecer contenidos representativos de la identidad venezolana con calidad exportable. “Nuestro compromiso siempre ha sido entretener e informar a todas las personas por igual, con excelencia técnica y humana. Las inversiones en tecnología y producción se mantienen activas y forman parte de nuestra visión de futuro”, afirmó el vocero.
Series, telenovelas y programas icónicos han definido el ADN del canal: desde Mi amiga Flicka y La cruz del diablo, hasta títulos como Esmeralda, La señorita Elena, Cosita rica, Ciudad bendita y Voltea pa’ que te enamores, todas son parte de un portafolio que ha conectado con audiencias dentro y fuera del país.
“En 2007 lanzamos Somos Tú y Yo, una serie musical juvenil que se convirtió en fenómeno mundial y que ahora retorna como punta de lanza de esta nueva etapa transmedia”, dijo.
El proceso de adaptación al entorno digital ha implicado una transformación profunda en infraestructura, lenguaje y talento. “Nos enfrentamos al reto de dejar atrás las cintas analógicas para migrar a una operación Tapeless HD, renovamos nuestros principales estudios con tecnología de punta, y nos enfocamos en formar talentos capaces de contar historias en clave digital”.
Esta renovación ha incluido la actualización de estudios emblemáticos como Portadas al día y Noticias Venevisión, así como el estudio 1, el más grande de la organización, que marcará una nueva pauta en producción nacional.
Además del componente técnico, detrás de cámaras han emergido historias de inspiración y esperanza. En 2025, el casting digital para la nueva temporada de Somos Tú y Yo reveló más de 16.000 jóvenes postulantes. “Nos sorprendió el nivel de compromiso y pasión. Esta generación tiene una fuerza interior que renueva nuestra fe en el país”, comentó Badra con entusiasmo.
Entre los momentos más memorables de transmisión, se recuerda el espectáculo inaugural de 1961 con figuras como Joan Crawford y Lucho Gatica, así como la cobertura de procesos electorales, eventos deportivos de escala internacional y el mítico programa Súper Sábado Sensacional, aún vigente.
“Los grandes hechos de nuestra historia contemporánea, tanto positivos como difíciles, están ligados a ese sonido emblemático de Venevisión que sigue tocando el alma de los venezolanos”, reflexionó el entrevistado.
Si algo define el legado de esta organización, es que siempre será parte de la cultura de los venezolanos.
