¿En cuántas profesiones el trabajo que realizas cada día está expuesto a varios niveles de revisión y escrutinio, a cambios, comentarios y visiones encontradas, a rechazos y críticas, una y otra vez, todos los días, durante toda tu vida?
Es común escuchar a creativos decir que la publicidad es una de las carreras más ingratas que hay. Todos los días generar ideas para que un cliente “venda más” y recibir a cambio un “buen trabajo” ocasional es la rutina de cualquier Director de Arte, Redactor o Director Creativo; sin embargo, a muchos nos encanta nuestro trabajo, adoramos lo que hacemos y no nos vemos haciendo nada más, por mucho que de vez en cuando digamos “mañana monto un carrito de perros calientes y chao”.
Quizá es por eso que amamos los premios, porque son un reconocimiento público y rimbombante de que nuestras ideas y nuestro trabajo tienen nivel, local o global, porque estar arriba, es muy bueno.
¿Y es para eso que existen los premios? ¿Para darnos una palmada en la espalda a los masoquistas de las ideas? Muchos piensan que sí. Pero la data muestra que eso es sólo la arista sentimental de la razón de querer ganar premios.
La verdad es que cuando un equipo creativo apunta a generar ideas de nivel global, está desarrollando un mecanismo para que una audiencia se enamore de una marca y, por ende, que “venda más”. Un estudio de WARC y KANTAR dice que la publicidad creativa puede llegar a aumentar las ganancias de una marca hasta cuatro veces en un periodo relativamente corto de tiempo. De igual manera, NIELSEN reporta que hasta 56% del rendimiento positivo de una campaña es atribuible a la calidad del contenido creativo y que las campañas con altos niveles de creatividad comúnmente logran incrementos en ventas de alrededor de 47% en el corto plazo, si son bien implementadas.
La creatividad publicitaria tiene relación directa con el engagement de los consumidores; genera interés, emoción, lealtad, compromiso y todo eso impulsa la compra.
Como dato adicional, según WARC, 42% de las campañas premiadas por su creatividad en festivales importantes, también han sido galardonadas por su eficacia, lo que sugiere que la creatividad tiene la capacidad de aumentar el valor a largo plazo de una marca.
La verdad es que no somos masoquistas, somos unos románticos que, a través de la creatividad, buscamos dar alma a las marcas. Porque es de las marcas con alma que la gente se enamora, y no del frágil ego del que se la dio.
Por Axel E. Consigliere. CEO / CCO de We Are MMHAD / Círculo de Creativos