La institución, que representa los intereses del sector privado, cumple 80 años comprometida con el desarrollo integral del país, tratando de influir en políticas públicas a favor de mejores condiciones y facilidades para las empresas venezolanas
Por Ana Iriza
Foto Iván Fraga y cortesía Fedecámaras
Resumir los logros de una institución que ha permanecido vigente por ocho décadas no es una tarea sencilla. “Hemos vistos como organizaciones de otros sectores del país han tenido problemas. A pesar de todos los problemas y vaivenes, esta institución permanece sólida y unida, con todos sus afiliados”, declaró Adán Celis Michelena, presidente de Fedecámaras.
Desde su perspectiva, la federación ha luchado constantemente por la generación de empleos con salarios justos y se ha ocupado de los trabajadores y colaboradores que están generando productos de calidad. Los 14 sectores productivos del país están representados bajo su paraguas, por lo que son cercanos a las empresas y conocen su realidad, sus problemas y también sus expectativas. Como representantes de la empresa privada, la asociación busca mejores condiciones con el objetivo de lograr un clima óptimo de trabajo que redunde en la eficiencia de las empresas.
“En este momento estamos tratando con los diferentes actores de la sociedad: gobierno, universidades, sindicatos e iglesia; estamos en un proceso de constante diálogo y comunicación para buscar que la voz del empresariado sea escuchada. En la medida que tengamos más empresas y oportunidades, habrá más productos y servicios para construir una mejor calidad de vida”, añadió.
Crecimiento constante
“Estamos pasando de un país rentista, donde el estado tenía mayor influencia en la economía, a un país productivo, en donde se comienza a trabajar en función del individuo”, explicó Celis.
Agregó: “La intención es lograr que cada persona cumpla su sueño, emprenda en las mejores condiciones y pueda tener financiamiento. No queremos épocas doradas o de penurias, buscamos que Venezuela vaya en una senda de progreso continuo y que no dependa de los vaivenes de su entorno. En este momento nuestro impulso es hacia una economía productiva”, dijo.
En cuanto a las acciones a seguir, sugiere el ejecutivo, mantener el apoyo a los sectores que están activos y luego, obviamente, impulsar otras áreas de suma importancia para la economía.
La construcción, por ejemplo. “Es el sector de mayor movilización inmediata de puestos de trabajo y de generación de valor. Si logramos que el problema principal, como lo es la falta de financiamiento, se supere, habrá más acceso a todos los tipos de créditos y la construcción se reactivará”, agregó.
El turismo, por otra parte, es un alto generador de empleo. “Ese es un sector que también hay que impulsar en condiciones y conectividad con el exterior: mayor cantidad de vuelos, retorno de líneas aéreas y aumento del turismo”, señaló.
La industria en general es importante: “Debe haber reglas claras. Condiciones equilibradas de juego entre los productos importados y los productos nacionales. Es importante contar con un marco jurídico que favorezca la igualdad de condiciones -dijo el presidente-.Todos los sectores están entrelazados, así que lo mejor que podemos hacer es apostar de forma integral para que en el país crezca”.
Mantener la esperanza
Celis hizo referencia al Quijote: “Debemos ser como él, un hombre perseverante, constante en sus ideas, pero también solidario con Sancho, con sus trabajadores y con la sociedad; honesto. Es fundamental recuperar el sentido de la honradez, olvidarnos de los atajos y apostar por el esfuerzo y trabajo diario, que son las claves para el éxito”.
Finalizó: “El empresariado venezolano va a estar al lado del venezolano haciendo lo que sabe: generar empleos dignos y justos; elaborar productos y servicios de calidad; desarrollar oportunidades para que nuestros venezolanos no sigan saliendo del país y para que aquellos que se fueron regresen pronto y se recobre la unidad de la familia”.