Plumrose: comparte y disfruta

Con su maleta llena de sueños llegó a Venezuela en 1953 para distribuir productos cárnicos en su mayoría enlatados. Encontró un país en plena expansión e inmediatamente identificó qué nos hacía felices

Por Ana Iriza

Fotos Iván Fraga y cortesía Plumrose Latinoamericana.

Más allá de cubrir las necesidades básicas de alimentación, Plumrose es parte del bienestar de la familia venezolana. Es una marca con propósito, tradición, solidez, confianza y sello de calidad impreso en cada producto. Tiene siete décadas desarrollando un amplio portafolio que les ha permitido estar presente en todas las ocasiones de consumo.

“A lo largo de este tiempo, nos hemos adaptado a los cambios constantes del mercado con nuevos productos y ajustando la configuración de los mismos, las modificaciones de empaque, etc., todo lo que puede pasar en 70 años ha pasado, pero lo que sigue intacto e inalterable es la calidad de nuestros productos y de las materias primas que utilizamos, así como la mejora continua de nuestros procesos productivos”, reveló Fabiola Espinoza, gerente nacional de Trademarketing de Plumrose Latinoamérica.

Lo que comenzó en 1953 con unas oficinas de representación y distribución creció para afianzar sus bases en el país. La población urbana aumentaba en las principales ciudades y demandaba productos de fácil preparación, pero que fueran sabrosos. Inmediatamente los enlatados, ya listos para consumir, atendieron esa necesidad, pues se podían comprar y conservar en los hogares.

El fortalecimiento del sistema eléctrico impulsó enérgicamente los procesos de fabricación, “fue un momento casi perfecto para iniciar las operaciones en un mercado pujante y que apuntaba a crecer, como en efecto sucedió en las décadas posteriores”, contó la gerente. Además, explicó que gracias a la estabilidad de la época, la empresa pudo ampliar las inversiones y fortalecerse. Así en 1972 establecieron procesos de embutidos y empaques continuos, con presentaciones al vacío para brindar mayor frescura y vida útil a su oferta, lo que significó un gran impacto en la alimentación del venezolano.

Hoy, Plumrose en Venezuela es una empresa con integración vertical, lo que les permite tener control de las fases del proceso productivo, desde la selección de la genética del cerdo, su correcta alimentación, crianza y beneficios, hasta la producción y distribución de sus productos, gracias a lo cual han construido la confianza del consumidor, así como su reputación. “Nuestros clientes nos honran con su reconocimiento, fidelidad y preferencia”, indicó Espinoza.

Venezuela se convierte en sede para Latinoamérica de Plumrose en el área andina, la empresa fue pionera al desarrollar productos con bajo contenido graso, atendiendo las demandas y tendencias del momento; también la primera en distribuir jamón con un 98% menos de grasa sin sacrificar el sabor. Asimismo, estuvo a la vanguardia de los gustos y necesidades de los consumidores y sumó instalaciones a su cadena de producción al adquirir mataderos y granjas para incrementar la cría y beneficio de cerdos, manteniendo los altos estándares que Plumrose exige, además de las adecuaciones en la tecnología utilizada.

“Una de las principales adquisiciones fue el matadero industrial Procerca, situado cerca de la planta de Cagua, con las instalaciones tecnológicamente más avanzadas de Venezuela y entre las mejores de América Latina.

Allí inició la producción de nuevas marcas como Festival, un producto untable enlatado que captó mucho público, “lanzamos también los productos Plumrose Gourmet: Pepperoni, Roast Beef, Salami, entre otros, que actualmente pertenecen a nuestra línea de Especialidades Plumrose Deli”, detalló la vocera.

El jamón planchado, ícono de la marca

No podemos dejar de mencionar un producto con una gran tradición local. Su historia se remonta a la adquisición de la planta procesadora de carne de cerdo en 1967, cuando inicia su producción artesanal. La compañía de origen danés identificó una gran oportunidad: el consumo de jamón planchado de origen europeo era una tendencia y diferentes cocineras de la sociedad venezolana lo preparaban con su característico sabor dulce en la cobertura. La marca no reparó en lanzar su propuesta al mercado.

Indicó Espinoza que el Jamón Planchado Plumrose se logra masificar en 1970 cuando se empieza a producir de manera industrial. “En ese momento adopta su forma redonda y cubierta de almíbar con la cual lo conocemos hoy en día”, dijo.

“Con el paso de los años, el ‘Planchado’ se convierte en un producto tradicional en la mesa del venezolano en la época navideña, junto al pan de jamón y la hallaca. En términos comunicacionales su fama se consolidó en Venezuela con el lanzamiento del también conocido comercial de 1987 que contaba la historia de una niñita desilusionada por no conseguir su jamón para nochebuena y en donde un comerciante se esmera para ayudarla a cumplir su deseo”, concluyó la gerente.

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