“El consumidor mejora su poder de compra y desea adquirir bienes y servicios que satisfagan necesidades superiores, más allá de los productos y servicios esenciales. Este ascenso por la pirámide de las necesidades representa una oportunidad para el sector automotor”
Por Carlos Jiménez, director de Datanalisis y Usefull
Fotos cortesía Carlos Jiménez
Aún cuando el entorno venezolano está caracterizado por una elevada incertidumbre, producto no solamente de las fuerzas globales sino de elementos internos, la mayoría de los analistas económicos coinciden en que 2024 será un año de crecimiento. El evento electoral de julio contribuye a ello, al menos en la primera parte del año, generando un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) que sin duda es insuficiente para contribuir con una recuperación de la caída que experimentó la economía venezolana durante los años previos a la pandemia, pero sin duda, un crecimiento al fin.
Ahora bien, ¿qué pasa a nivel micro?. Según Datanalisis, la mayoría de la población sigue perteneciendo a los grupos socioeconómicos bajos: bajo excluido (34%) y bajo con oportunidades (27%), no obstante, los consumidores experimentan una leve recuperación de su poder de compra. A finales de 2023 un 52% de los entrevistados por Tendencias Digitales (encuesta de tendencias del mercado) declaró haber disminuido su poder de compra en el último año, en un porcentaje inferior al 64% de la medición anterior.
Este resultado va acompañado de una recuperación del gasto en algunos rubros, principalmente esenciales (alimentos, cuidado personal, medicinas, etc.). Sin embargo, una parte de la población comienza a favorecer otros productos y servicios no esenciales, donde destacan aquellos relacionados al placer (viajes y entretenimiento, entre otros.), la expresión (prendas de vestir y calzado, electrónica de consumo, etc.) y el valor (automóviles y educación, por ejemplo.).
De hecho, al preguntar sobre la intención de compra en un escenario hipotético de mayores ingresos, la encuesta de Tendencias Digitales muestra que son mencionados: los viajes, seguros de salud, educación, prendas de vestir, calzado, y automóviles. Así, un aumento del poder de compra abriría un espacio de oportunidad en estas áreas.
Ascendiendo por la pirámide
En el estudio, más del 50% de los consumidores piensa que su situación personal a futuro va a ser mejor, y como planteamos anteriormente, las perspectivas económicas indicarían que luego de unos años de crisis el panorama tiende a mejorar.
Este comportamiento da lugar a una tendencia de mercado a la que hemos llamado Ascendiendo por la Pirámide, que describe a un consumidor que mejora ligeramente su poder de compra y desea adquirir bienes y servicios que satisfagan necesidades superiores (de acuerdo a la pirámide de Maslow), más allá de los productos y servicios esenciales.
La oportunidad del sector automotriz
Dentro de estos rubros, los de mayor demanda en un escenario de incremento de los ingresos, son los automóviles, mencionados por un 29% de los entrevistados y que curiosamente es 55% superior al resultado en América Latina, probablemente debido a la antiguedad del parque automotor local
Sin embargo, esto deberá estar acompañada de las condiciones adecuadas para que una proporción de estos consumidores terminen realmente comprando un automóvil: que efectivamente la economía venezolana muestre un desempeño favorable en 2024 y que se traduzca en mayores ingresos disponibles para una parte de la población. Igualmente se requiere que el consumidor acceda a mejores condiciones comerciales, como la disponibilidad de crédito con tasas y plazos razonables. Para tener una idea de la importancia del crédito en este rubro, la disposición a compra se incrementa en un 85% cuando se propone una figura que permita pago por plazos.
Hablamos en términos generales de condiciones que podrían favorecer a esta industria. Sin embargo, cada uno de los actores de este sector deberá hacer su parte, accionando, por ejemplo, sobre variables como los precios y la calidad de la oferta. Es necesario recordar que aún en un escenario optimista, el consumidor sigue mostrándose altamente sensible a los precios, lo que se traduce en la búsqueda de promociones y descuentos (55%), la comparación de precios entre tiendas (45%) y la búsqueda de marcas más económicas (43%). Aquellas empresas que sepan entender el mercado y logren diseñar una propuesta de valor atractiva se llevarán la mayor parte de esta torta.
